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Origen

Origen de los Mennonitas y grupos de inmigrantes al Paraguay.

¿Quiénes son los Mennonitas?

Menno Simons

La fe evangélica mennonita tiene su origen en la época de la Reforma de la Iglesia en el siglo XVI(1525) en Suiza. Un pequeño grupo de personas, hombres eruditos y de gran prestigio, no se contentaba con las innovaciones introducidas por los grandes Reformadores Martín Lutero, Zwinglio y Calvino. Ellos querían ser totalmente consecuentes con los principios bíblicos e iban más lejos que los mismos Reformadores. Así introducían en el pequeño grupo religioso que surgía el bautismo en base a la fe consciente, el principio del pacifismo, la negación de servir con las armas y la total separación entre la Iglesia y el Estado. Estos principios, consecuentemente vividos, ocasionaron una implacable persecución a estos anabautistas (rebautizadores) por parte de los gobiernos y de las mismas iglesias. Fueron dispersados por toda Europa. En Holanda un ex sacerdote católico, Menno Simons, convertido a este nuevo movimiento, reunió y organizó a estas "ovejas dispersas" y formó una congregación religiosa, que más tarde se llamaría "Mennonita" (de Menno Simons).

En los primeros tiempos por intolerancia y persecuciones, más tarde también por otros motivos, los Mennonitas se dispersaron por muchos países. Así también llegaron al Paraguay.

Los mennonitas en muchos casos se han caracterizado por su preferencia por la vida rural, trabajando la tierra para el sustento de sus familias. En su ruta migratoria desde el siglo XVI hasta nuestros días, pasando por Holanda, Rusia, EE.UU., Canadá, Méjico, Bolivia y Paraguay entre otros países, en muchos casos se adentraron en terrenos difíciles y a menudo inhóspitos, para desarrollar y cultivarlos. Las persecuciones en los primeros siglos y posteriormente presiones por parte de algunos gobiernos para integrarse más, han desarrollado en las comunidades mennonitas un fuerte espíritu de grupo coherente y solidario, a veces un poco cerrado. Hoy día se produce mucha apertura en las comunidades mennonitas, principalmente en los países industrializados como Alemania, EE.UU., Canadá, pero también en países como Brasil, Uruguay y Paraguay. Pero por más apertura que haya, persiste la constante preocupación por parte de las comunidades mennonitas de forjar y conservar su identidad de comunidad decididamente cristiana.